Se terminó la navidad.
Un pasito menos para el fin de año.
Es lindo ver como se apagan los fuegos artificiales parecidos al fuego de este año. A días de extinguirse para darle paso a otro. Ver cómo se abren en el cielo estrellas parecidas a las que la tía hace girar dejándolas caer antes de apagarse por miedo a quemarse. Costumbre de toda la vida.
Una navidad distinta, sin prender nada, sin recibir demasiado, sin conseguir demasiado. No más que cariño, pero te aseguro que eso te llena el alma. Se siente bien. NO fue la mejor y no me adelanto a decir que fue la peor pero no llenó las expectativas. Sin embargo, siempre va a tener esa parte igual.
La familia.
El mejor regalo que se puede tener. Ver cuando se reunen todos a quiénes tenés cuidándote la espalda es mejor que mucha ropa y envoltorios navideños. Es mejor que cualquier regalo bien pago, uno que no se puede comprar.
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