viernes, 6 de agosto de 2010

http://sentadaenmisillon.blogspot.com

lunes, 10 de mayo de 2010

Buenos aires es una ciudad grande y rara.
Con algunas personas maravillosas, es verdad.
Pero por lo general no.
Buenos Aires es una rara ciudad de carolos y marginetas.
Que llegado el momento no dudarían un solo instante en entregarte a los polizontes.
Donde artistas y autoridades, y putas, políticos y ladrones se sientan a la misma elegante mesa de la Costanera. Frente a ese río que parece dulce de leche de repostería y huele a mierda.
Y entre los dos escenarios, un grupito de serviles y honestos trabajadores callejeros comparten la herramienta y el sucio mantel.
Situación que no hace más que explicar por qué el río huele como huele.
Sí, Buenos Aires es una ciudad rara.
Donde anidan valientes que acaban temiendo lo que crean y que viven gracias a otros cobardes que lo consumen.
Donde se encuentran y se pierden amores.
Rara ciudad, de extrañas luces y afiebrados colores, entre cócteles de ácido y leche.
Ciudad bien constituída y mal gobernada de construcción bella y trato cruel.
Cielo mezquino y encantador infierno como es infierno seductor del Dante.
Que era un lugar de gran belleza, donde se cometían actos detestables y atroces.
Bella ciudad, plagada de acertijos.
Tal cual esa mujer que la habita que no es a vos a quien duerme, quizás porque un día se le ocurrió despertarte. Aun a pesar suyo.
Ese lugar desconocido donde tu corazón pide una mentira aunque sea para seguir creyendo.
Y un día, en esta rara ciudad, moja el aire su pincel y hace con él la primavera.
O aprieta los ojos el cielo, y el jorobado que vive en la punta de la Torre de los Ingleses prepara la mesa para Márgara que llegaba de la lluvia.
Porque se hace triste y ocioso vivir con el recuerdo a cuestas en la ciudad.
Donde no es cielo ni es azul lo que vemos ahí arriba.
Lástima que no sea verdad tanta hermosura.
Porque la belleza no tiene por qué ser cierta.
Y algunos pasan su vida llorando cuando es cierto Roberto Arlt.
...Y las ciudades, como las prostitutas están enamoradas de sus rufianes y sus bandidos.
Esto no pude segui así.
Y allí van unos con los ojos rojos de llorar y los otros con los ojos rojos del "Meta champán que la vida se va".
Y por eso, a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre y tras esta ciudad, brindo por lo que vendrá.
Por aquellas cosas que todavía no se inventaron.
Por lo que aún no conozco de sus calles y por lo que todavía no viví y besos que no te di.
Celebro lo que hasta ahora no dije y los que aún no conozco.
Alzo mi copa por lo que viene, para que sea mejor que lo conocido.
Las Mujeres de mi generación Luis Sepúlveda Calbucura Santiago de Chile, 1999 Las mujeres de mi generación abrieron sus pétalos rebeldes de rosas, camelias, orquídeas u otras yerbas, de saloncitos tristes, de casitas burguesas, de costumbres añejas, Sino de yuyos peregrinos entre vientos. Porque las mujeres de mi generación florecieron en las calles, en las fábricas se hicieron hilanderas de sueños, en el sindicato organizaron el amor según sus sabios criterios Es decir, dijeron las mujeres de mi generación, a cada cual según su necesidad y capacidad de respuesta, como en la lucha golpe a golpe en el amor beso a beso. Y en las aulas argentinas, chilenas o uruguayas supieron lo que tenían que saber para el saber glorioso de las mujeres de mi generación. Minifalderas en flor de los setenta, las mujeres de mi generación no ocultaron ni las sombras de sus muslos que fueron los de Tania. Erotizando con el mayor de los calibres los caminos duros de la cita con la muerte. Porque las mujeres de mi generación bebieron con ganas del vino de los vivos acudieron a todas las llamadas y fueron dignidad en la derrota. En los cuarteles les llamaron putas y no las ofendieron porque venían de un bosque de sinónimos alegres: Minas, Grelas, Percantas, Cabritas, Minones, Gurisas, Garotas, Zipotas, Viejas, Chavalas, Señoritas Hasta que ellas mismas escribieron la palabra Compañera en todas las espaldas y en los muros de todos los hoteles. Porque las mujeres de mi generación nos marcaron con el fuego indeleble de sus uñas la verdad universal de sus derechos. Conocieron la cárcel y los golpes Habitaron en mil patrias y en ninguna Lloraron a sus muertos y a los míos como suyos Dieron calor al frío y al cansancio deseos Al agua sabor y al fuego lo orientaron por un rumbo cierto. Las mujeres de mi generación parieron hijos eternos, cantando Summertime les dieron teta, fumaron marihuana en los descansos, danzaron lo mejor del vino y bebieron las mejores melodías Porque las mujeres de mi generación nos enseñaron que la vida no se ofrece a sorbos compañeros, sino de golpe y hasta el fondo de las consecuencias. Fueron estudiantes, mineras, sindicalistas, obreras artesanas, actrices, guerrilleras, hasta madres y parejas en los ratos libres de la Resistencia Porque las mujeres de mi generación sólo respetaron los límites que superaban todas las fronteras. Internacionalistas del cariño, brigadistas del amor, comisarias del decir te quiero, milicianas de la caricia. Entre batalla y batalla las mujeres de mi generación lo dieron todo Y dijeron que apenas eso era suficiente Las declararon viudas en Córdoba y en Tlatelolco Las vistieron de negro en Puerto Montt y Sao Paulo Y en Santiago, Buenos Aires o Montevideo fueron las únicas estrellas de la larga noche clandestina. Sus canas no son canas sino una forma de ser para el qué hacer que les espera. Las arrugas que asoman en sus rostros dicen he reído y he llorado y volvería a hacerlo. Las mujeres de mi generación han ganado algunos kilos de razones que se pegan a sus cuerpos, se mueven algo más lentas cansadas de esperarnos en las metas. Escriben cartas que incendian las memorias. Recuerdan aromas proscritos y los cantan. Inventan cada día las palabras y con ellas nos empujan Nombran las cosas y nos amueblan el mundo Escriben verdades en la arena y las ofrendan al mar Nos convocan y nos paren sobre la mesa dispuesta. Ellas dicen pan, trabajo, justicia, libertad Y la prudencia se transforma en vergüenza. Las mujeres de mi generación son como las barricadas: Protegen y animan, dan confianza y suavizan el filo de la ira. Las mujeres de mi generación son como un puño cerrado que resguarda con violencia la ternura del mundo. Las mujeres de mi generación no gritan porque ellas derrotaron al silencio. Si algo nos marca, son ellas. La identidad del siglo son ellas. Ellas: la fe devuelta, el valor oculto en un panfleto el beso clandestino, el retorno a todos los derechos Un tango en la serena soledad de un aeropuerto, un poema de Gelman escrito en una servilleta Benedetti compartido en el planeta de un paraguas, los nombres de los amigos guardados con ramitas de lavanda Las cartas que hacen besar al cartero Las manos que sostienen los retratos de mis muertos Los elementos simples de los días que aterran al tirano La compleja arquitectura de los sueños de tus nietos. Lo son todo y todo lo sostienen Porque todo viene con sus pasos y nos llega y nos sorprende. No hay soledad donde ellas miren Ni olvido mientras ellas canten. Intelectuales del instinto, instinto de la razón Prueba de fuerza para el fuerte y amorosa vitamina del débil. Así son ellas, las únicas, irrepetibles, imprescindibles sufridas, golpeadas , negadas pero invictas

Doctor... ¿entonces usted cree que una mujer puede conseguir una risa y un hombre al mismo tiempo?
-¿Por qué lo pregunta?
-Porque siento que cuando los hombres dicen que les gusta una mujer con sentido del humor en realidad quieren decir que les gusta una mujer que se ría de sus chistes.
-Bueno, es que el sentido del humor es síntoma de inteligencia, y las mujeres inteligentes a veces inhiben un poco.
-¿Un poco?... -salté- Yo me pregunto siempre... ¿para qué sirve una mujer inteligente?... Los hombres no quieren a una igual, quieren a una mujer que los caliente, que puedan mostrar a sus amigos y que los acompañe.
Punto.
-¿Así que esa es su versión de lo que quieren los hombres?... ¿y qué se supone que quieren las mujeres inteligentes?
-¡Pregúnteselo a ellas! ¿por qué me lo pregunta a mí?
-Se lo pregunto a usted porque es obvio que es una mujer inteligente.
-Pero si soy tan intelignte... ¿por qué me enamoro como una idiota?... ¿será que las emociones me oscurecen la inteligencia? Porque yo cuando me enamoro, me pongo estúpida, más que eso, pensándolo bien, ni siquiera tengo que enamorarme, en realidad, sólo con que alguien me gusta es suficiente para que me transforme en una imbécil.

jueves, 7 de enero de 2010

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Y es tan difícil que pase algo y llegar a mañana, cómo matar esa mirada, cómo ocultar promesas vanas con solo un par de cosas claras, cómo soñó una vez entregarle cuerpo y alma, ser el vuelo de sus alas.

Todos nos vemos buscando bien o mal una salida en el cielo. Adentro llueve y parece que nunca va a parar y va a parar.

"Alejandro.D., filósofo del siglo pasado, afirmó que todo lo que hacemos en la vida lo hacemos para seducir. Seducir a alguien es lograr que desee lo que uno quiere que desee. Seducir es incentivar, estimular, provocar el deseo en el otro. Muchos esperan en silencio detectar un señal en el ser amado, esperan ser deseados , a otros lo que los seduce es sentirse deseados. A otros nos seduce lo opuesto, sentirse no deseados, a otros los seducen lo prohibido, lo imposible, lo que no pueden tener. ¿Existe una sola manera de seducir? ¿Es posible seducir a alguien que no nos desea? ¿Alcanza con la seducción para el amor? ¿Si se desea lo que no se tiene, cuando se tiene se sigue deseando? ¿Tendrán algún efecto las técnicas de seducción? Para seducir hay que tener la paciencia del pescador, saber esperar el momento exacto.
Uno pretende que sueñen con nosotros, queremos ser el único en la vida del otro, pero solo se puede aspirar, a ser el elegido. Seducir tiene sus vueltas, a veces, el amor muere cuando dan nuestro amor por sentado y renace cuando sienten que pueden perderlo. Nos preocupa mucho que no haya terceros dando vueltas, pero a veces esos terceros ayudan a la seducción, la encienden. El mayor riesgo de un seductor es caer seducido, ahí se vuelve torpe, predescible. El riesgo de un seducido es su inseguridad, que puede llevarlo a cometer ciertas torpezas. Uno no sabe por qué ama, ni por qué es amado, seducir tal vez sea simplemente ayudar un poquito a esa magia que ocurre, sin que sepamos bien como ocurre, ni porque."
Pero de arquitectura conoce sólo el arquitecto, no el edificio. El edificio no se siente su arquitectura. Siente su piedra, su mármol, su adobe. Y yo me sentía mi carne y mi sangre. Yo vivía mi carne y mi sangre. Pero unos a otros nos aprehendemos por la forma y pensamos estúpidamente que la forma es siempre el signo fiel de la sustancia. ¿Y cuando no lo es? ¿cuando la forma expresa lo contrario de lo que es la sustancia? ¿cuando la forma traiciona a la sustancia? ¿quién mitiga ese error? El jorobado y el enano que la gente ve pasar a su lado tal vez sean más infelices que lo que la gente cree, porque la gente cree que el ser del enano y del jorobado también es enano y jorobado. Y quizás no, quizás no. Quizás el ser del contrahecho sea el mismo ser del hermoso, pero pretendemos que el contrahecho viva según su forma, y ahí está la tragedia, porque la forma no se vive, la forma se percibe, y se percibe desde afuera. Lo que cada uno vive es su sustancia.
Algún día vas a ver al cretino gritar:
"Dénle al tiempo una oportunidad"
Algún día vas a ver al cretino llorar
Convertido en una estatua de sal.
Detrás de las colinas sale el sol
Te espero en el camino verde.


Algún día va a caerse
Tu maldito disfraz
Ese día descansaremos en paz
Tanta fuerza y tanto amor
Hacen al mundo girar.
Algún día lo descubrirás.


Detrás de las colinas sale el sol
Te espero en el camino verde…


No esperes a mañana
Tanto dolor se va a acabar
Tanta fuerza y tanto amor
Hacen al mundo girar
Algún día lo comprenderás
Y esa fuerza y ese amor
Se convertirá en más.
Ese día descansaremos en paz.


Detrás del arcoiris sale el sol
Te espero en el camino verde…


No esperes a mañana
Tanto dolor se va a acabar
No esperes a mañana
Tanto dolor se va a acabar.

viernes, 11 de diciembre de 2009


Familia.
Calles de luna, gente sin fortuna y sin amor.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Hay un coso que nunca da la cara,
Dios berreta que está en ninguna parte,
comodín que inventás para quejarte
cada vez que te venden un buzón.

Andá, contásela a Magoya
la de comboys que nadie te creyó,
discurso de milicos
o cheque volador.
Estamos hasta aquí de cuentos chinos.
Andá, contáselo a Magoya
que pagariola tu desilusión,
y el cuento de que Dios es argentino
andá corriendo, contáselo.

Hay un nadie que es víctima de todos
y es anónimo rey de la macana,
barretín que inventás de mala gana
cuando ves tanto crimen sin autor.


Maria Elena Walsh.

viernes, 27 de noviembre de 2009

If it makes you happy it can't be that bad.